domingo, 24 de marzo de 2013

¿Por qué los malos y no los buenos?


Siempre me pregunto lo mismo. ¿Por qué  nos gusta el pendejo, el que nos hace llorar, el que más nos ignora, el que después de haber estado con nosotras se consigue otra? ¿Es que realmente nos gusta sufrir? Nosotras no estamos para eso, pero sin embargo muchas veces lo preferimos sólo para mantenerlo a nuestro lado. Les comento, una amiga mía se enamoró (sí, se enamoró, porque ya no lo quiere) de un tipo que la hacía sufrir, no digo que no le dió momentos felices, mejor dicho le dió varios pero mientras la hacía feliz a ella, también estaba con otras más, y eso no es lo único, ella era una más porque la enamorada era otra (SÍ, cuéntenme ustedes si han conocido a alguien más pendejo), no niego que es simpático, pero no por eso le da derecho a hacer sufrir a los demás. Claro, nosotras somos también culpables de ello porque aún sabiendo como son, nos gustan, nos encantan, y es que ese porte de chico malo que tienen nos derrite, nos lleva comenter las más insólitas locuras, mientras que típicamente tenemos a ese mejor amigo que nos adora y al que repetidamente le decimos "te quiero, pero como amigo", ¡claro que como amigo! porque está en la friendzone desde hace tiempo, y aveces.. solo aveces se puede cambiar eso (en las películas). Creemos fielmente que podemos cambiarlo, que por estar a nuestro lado, sólo pensará en nosotras, ¡que ilusas somos!, y no digo que todos no cambien, porque he presenciado a algunos amigos que han cambiado por su relación, por su chica. Todo se puede, pero también debemos darnos cuentas de que no somos las chicas super poderosas, ni que mucho menos estamos dentro de un cuento de hadas o una película de amor. Pero regresemos, ¿por qué no nos gusta el bueno? El que no nos hace llorar, el que está allí para apoyarnos cuando estamos sufriendo por el otro (que si duda alguna está feliz con otra), ¿han escuchado Yo quisiera ser de Reik? Si no la han escuchado, pues que esperan pongan Youtube y escúchenla, un amigo se la dedicó a mi mejor amiga que ella sufría por un imbécil y nunca se dío cuenta de la letra hasta que el tiempo pasó. No seamos tontas, disfrutemos a esos chicos, los malos, los que no quieren nada serio, entonces nosotras tampoco busquemos algo serio con ellos, busquemos algo verdadero con alguien que valga la pena que no sea un problema y menos que al último te des cuenta de que un chico así no te va a amar, ni a tí, ni a la otra, ni a nadie, ni a nada que no sea él. Salvo que estemos seguras de que a él le importamos, de que nos quiere y ahí si podemos dar todo de nosotras para que cambie. Dicen que detrás de todos esos pendejos que nos hacen daño, hay una mujer que los hizo sufrir ¡y nosotras a cargar con las culpas!, pero también a abrirles el corazón a los que estén dispuestos a cambiar, a ser malos pero  a la vez estar enamorados, porque es así nos gusta que nos cuiden que solo tengan ojos para nosotras, que nos quieran, pero no nos gusta estar compartíendolo, dejándo que otra lo bese, lo abraze al igual que tú. Y sí nos gustan los malos, es porque nos dan adrenalina, nos hacen conocer nuevas emociones, son magnéticos, mientras que los otros son aburridos (?), buenos pero aburridos (hay excepciones obviamente). Es díficil conseguir hoy en día un chico divertido, inteligente, de buenos sentimientos y además que sea guapísimo (y que cante), o encontramos esas cualidades repartidas o es porque ya estamos empezando a soñar, pero algún día encontraremos el perfecto para cada una. 

1 comentario:

  1. *-* muy cierto, a pesar de todo los malos nos llaman la atención :)

    ResponderBorrar